Nueva sección en mi blog y la primera persona invitada a #SumandoTalento es Belén Varela. Ella es la Directora de RH positivo, organizaciones optimistas y la impulsora del movimiento FET (Felicidad en el trabajo), talento tiene y mucho, así que me ha regalado este fantástico post para todos nosotros.
Belén Varela es autora de dos libros La rebelión de las moscas (Ediciones B, 2012) y Jobcrafting (Urano, 2019).
Belén y yo nos conocimos en un Congreso de Aedipe Recursos Humanos hace más de una década en Galicia, su tierra natal. Una persona muy comprometida con la Felicidad en el trabajo, que ahora nos introduce en el Jobcrafting, convertir el trabajo que tienes en el trabajo que quieres, y que en la tercera parte de su libro nos anima a sacar el máximo jugo a nuestro talento.
Os invito a conocerla, disfrutar de su post y leer su último libro, mucho jugo que sacar a los recursos que nos propone.
Economía gig y jobcrafting, el retorno a nuestra esencia humana.
Si mi abuela levantase la cabeza… no se extrañaría nada de la economía gig ni del Jobcrafting, solo que no los llamaría así. Mi abuela era sombrerera, algo le gustaba y le aportaba cierta identidad, además de unos ingresos bastante dignos. Nada innovador, lo habían hecho así sus padres, sus abuelos, sus bisabuelos… Hasta el siglo XIX, la mayoría de las personas trabajaba por su cuenta. Aprendían un oficio que les identificaba, y hacían de ello su medio de vida. La Revolución Industrial cambió todo.
El primer gran incremento de la renta per cápita de los países occidentales deslumbró inmediatamente a la sociedad y engatusó a un gran volumen de trabajadores que cambiaban el placer de la contribución personal por la seguridad de un salario estable. Las empresas buscaban mano de obra y producción en cadena y la gente encontraba en este modelo la garantía de un sueldo a fin de mes.
Luego llegamos las generaciones triunfadoras, babyboomers, X o Y con estudios y aspiraciones, y pusimos boca abajo la Pirámide de Maslow. Buscábamos a toda costa la seguridad pero la disfrazábamos de una realización, que consistía en tener dinero suficiente para pagar la carrera a nuestras criaturas sin hipotecar nuestras casas y llegar a los 60 para jubilarnos y viajar, por fin.
En definitiva, los últimos 150 años se caracterizaron por la masificación y despersonalización del trabajo; por la tortura bien remunerada: 1 millón de euros, a cambio de 70.000 horas de sufrimiento. La economía gig y el Jobcrafting no son la solución sino una consecuencia necesaria, un retorno a nuestra esencia humana. Ahora trataré de aclararlo.
¿Qué es la economía gig?
La economía de colaboración, que para algunos surge como respuesta a la falta de empleo, es la respuesta a una nueva demanda social propia de la filosofía del nuevo siglo. Es cierto que la cultura de compra/venta colaborativa y esporádica, da respuesta a quien se queda en la calle y decide conducir su coche para otros o alquilar su casa por habitaciones. Pero también están los jóvenes, esos que llamamos millenials que quieren ganarse la vida sin depender de otros, con la libertad de instalarse en una caravana o en un micro apartamento, de levantarse con el sol o de acostarse cuando sale, si son vampiros.
Se consideran bien preparados y hay empresas dispuestas a pagarles por sus servicios. Disfrutan de los avances tecnológicos que facilitan el acceso a sus servicios y les dan soporte y visibilidad. Los gig buscan su realización haciendo lo que mejor saben hacer para ganarse la vida, aún a costa de la estabilidad.
¿En qué difiere realmente esta fuerza laboral del trabajo preindustrial?
Jobcrafting es otro revival, una antigua costumbre desempolvada en el nuevo siglo. Las empresas nos hemos dado cuenta de la importancia de la singularidad, y las personas han descubierto que pueden disfrutar con su trabajo si sacan partido a su talento.
Utilizando las palabras job (trabajo) y craft (modelado, diseño, artesanía) unas investigadores americanas pusieron nombre a algo que muchas personas han hecho toda su vida: adaptar el trabajo a sí mismas y disfrutarlo.
La profesora Amy Wrzesniewski de la Universidad de Yale descubrió, que los empleados más satisfechos con su trabajo no solo hacían las tareas encomendadas a su puesto, sino que asumían labores más amplias y ponían el foco de atención en su impacto positivo. Este abordaje generoso de su función no solo les permitía disfrutar más de la experiencia laboral, también les hacía sentirse más felices con su vida.
Si este Jobcrafting hace que la empresa gane —empleados que hacen mejor su trabajo— y la persona gane —mayor bienestar—, ¡provoquémoslo!
Un nuevo ecosistema laboral está en marcha y conviven en él empleados, freelancers y otras especies con una vieja aspiración humana: disfrutar del trabajo y convertirlo en una de sus señas de identidad.
¿A qué esperamos para adaptarnos?
Si quieres conocer a Belén Varela, dará una conferencia y presentará su libro Jobcrafting el 24 de abril a las 19:30 h, en el Colegio de Economistas de Asturias en Oviedo, en un evento organizado por Aedipe Asturias. Inscripción en el siguiente enlace:
¡¡¡Te esperamos!!!
Belén Varela es Licenciada en Derecho, especialista en Práctica Jurídica y Máster en Dirección de Recursos Humanos, se ha especializado en diferentes aspectos de la psicología positiva en Estados Unidos.
Autora de La Rebelión de las moscas (Ediciones B, 2012) y Jobcrafting (Urano, 2019).
Enamorada de su trabajo, especialista en organización y personas, cuenta con una amplia trayectoria directiva en grandes corporaciones. Asesora en gestión de talento, organizaciones optimistas y jobcrafting. Compagina esta actividad profesional con la labor docente e investigadora. Es impulsora del Movimiento FET de «felicidad en el trabajo» y comparte internacionalmente su visión impartiendo conferencias y participando en foros de debate especializados.
Colabora en Ondacero y otros medios de comunicación.