Este tema da para mucho y no nos vamos a engañar, podemos decir alto y claro que la adversidad no nos gusta nada, nada. Cuando personas cercanas nos comentan: “Estoy pasando un mal momento, no sé qué hacer, ya no puedo más, estoy cansado de luchar”, vemos que están buscando nuestra compañía, ayuda o consejo para luchar y vencer esa adversidad que les visita y les hace sentir mal, porque cada persona vive las dificultades de manera distinta.
¿Cómo te enfrentas tú a la adversidad?
Quiero contaros la historia de la zanahoria, el huevo y el café, que está relacionada con cómo podemos enfrentarnos a la adversidad.
Una joven se quejaba de la vida y se lamentaba de que las cosas no le salían bien. No sabía qué hacer para seguir adelante, cada vez estaba más desanimada, cansada de luchar sin obtener ningún resultado… Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, cocinero, la llevó un día a su lugar de trabajo. Allí tomó tres ollas con agua y las colocó en el fuego. Pronto el agua empezó a hervir. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Sin decir una palabra, dejó hervir estos ingredientes bajo la atenta mirada de su hija.
Pasado el tiempo la zanahoria, el huevo y los granos de café habían reaccionado al agua hirviendo (adversidad) de manera muy distinta:
- Las zanahorias son fuertes y duras y al enfrentarse a la adversidad, el agua hirviendo, se vuelven blandas, débiles y sin fuerza.
- Los huevos tienen una cáscara fina que protege su interior líquido y al enfrentarse al agua hirviendo, se hicieron duros.
- Los granos de café, sin embargo, eran únicos porque después de estar en agua hirviendo habían cambiado el agua. Tuvieron que perder su naturaleza, se disolvieron en el agua hirviendo y se convirtieron en un aromático y rico café.
¿Cuál de los tres elementos eres tú? Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes?- le preguntó a su hija.
Si decides ser zanahoria, te arrugarás ante las dificultades y perderás tu fortaleza. Si quieres ser un huevo al principio serás débil pero en la adversidad te endurecerás, madurarás y tu corazón será fuerte. Si decides ser grano de café, podrás transformar esa adversidad y serás capaz de encontrar en tu nuevo entorno el mejor aroma.
¡¡¡Tú decides!!!
Esta historia nos presenta tres personas muy distintas, una persona fuerte que a la hora de enfrentarse a las adversidades de la vida, no es capaz de reaccionar adecuadamente y la adversidad les vence. Claramente son personas cuya fortaleza es de apariencia pero no se sustenta, lo que coloquialmente se conoce como “estatuas con pies de barro”. En la otra posición están las personas débiles, conocen esa debilidad y también sus posibilidades de reaccionar ante la adversidad, saben adaptarse pero no superan los inconvenientes de su propia debilidad, pierden algunas ventajas de su situación anterior. Por último tenemos a las personas transformadoras, las que aprovechan todas las circunstancias (buenas o malas) para integrarse en el entorno y transformarlo o transformarse. Son creativas, flexibles, valientes y gestionan bien el cambio.
Ante la adversidad, podemos dejarnos vencer o podemos enfrentarnos a ella y comprender que en la batalla algo se gana y algo se pierde. La actitud ante la adversidad está en nosotros, cada persona vive la dificultad de manera distinta. Debemos analizarla en su totalidad, decidir una estrategia y por último, actuar.
A Rafa Nadal en una entrevista tras ganar el Roland Garros le preguntaron que hacía cuando un partido se le ponía en contra :
“Poner el doble de ilusión y el doble de pasión”.
Rafa Nadal es como los granos de café cuando los sumergen en el agua hirviendo. El tenista es un ejemplo de constancia, trabajo y superación.
“Winners never quit; quitters never win”.
(Los ganadores nunca desisten; los que desisten nunca ganan).
Muy bueno Eva, me ha gustado mucho! Ahora se que eres café del
bueno!!
Gracias Conchita por tu comentario, todos podemos elegir si queremos ser zanahoria, huevo o café, lo ideal es ser café en la mayoría de las situaciones. Un abrazo.
Perdón, puse Eva en vez de Bea!!