Llegó a mí de forma casual, tengo que confesar que no sabía mucho del tema pero mi curiosidad hizo que me inscribiera en un programa de 8 semanas de Mindfulness. Yo había practicado meditación y yoga, y pensé “por ahí van los tiros”. Sí y no, si tiene de los dos pero es mucho más que eso.
El mindfulness, tal y como hoy lo conocemos, es el resultado del trabajo realizado en los años 70 por Jon Kabat-Zinn, biólogo molecular, investigador y profesor emérito de Medicina de la Universidad de Massachusetts. Creó un programa de reducción del estrés destinado a pacientes afectados por distintas enfermedades. Su programa de ocho semanas estaba fundamentado en la meditación y la conciencia corporal combinados con posturas sencillas de yoga. El programa se conoce como MBSR (siglas en inglés) o reducción del estrés basado en mindfulness.
¿Qué es el mindfulness?
El mindfulness o atención plena es una práctica que consiste en anclar la atención intencionadamente en el momento presente y tomar conciencia de la naturaleza de las cosas de forma compasiva y libre de juicio. También es una invitación a desactivar el piloto automático y volver a conectarnos con la realidad en toda su riqueza. Nos da calma, bienestar y equilibrio interior.
En nuesta vida cotidiana realizamos nuestras actividades sin ser conscientes de ellas, en modo piloto automático, lo opuesto a la atención plena. Por ejemplo, vestirnos, comer, subir escaleras…habilidades más complejas como conducir, mecanografiar…., cuando adquirimos una nueva destreza comienza a ser automática. Esto es bueno para nosotros porque nos permite que nuestra mente se ocupe de otras cosas que sí requieren atención consciente pero esto también puede perjudicarnos, sobre todo en el terreno de las emociones.
En piloto automático la mente toma sus reacciones del pasado y no nos damos cuenta de que hay múltiples opciones, esto nos lleva a que acabamos repitiendo los mismos errores (tropezamos con la misma piedra) y experimentando las mismas crisis una y otra vez, así no avanzamos.
¿Cómo podemos cambiar eso?
La atención plena nos hace tomar conciencia de nuestros patrones emocionales y nos capacita para desarrollar nuestro potencial. Implica prestar atención a la totalidad de las experiencias, tanto a las positivas como a las negativas.
- Reconocer tus emociones sin dejarte atrapar por ellas
- Identificarte con lo que realmente eres y no con tus emociones
- “Fortalecer el músculo de la atención”
- Vivir el momento presente, dejando de lado el pasado y el futuro
- Centrar la atención en ti y en tu cuerpo
- No hay que dejar “la mente en blanco” ni detener los pensamientos
- No es una técnica de relajación, aunque la práctica te ayudará a estar más relajado.
El mindfulnes consiste en dirigir la atención hacia el interior en el instante presente, y descubrir las sensaciones que experimentamos y los pensamientos y emociones que afloran. Cuando surgen distracciones simplemente las dejamos ir, nos damos cuenta de su aparición sin juzgar, permaneciendo en el momento presente mientras lo hacemos.
Hay una metáfora que explica muy bien ese proceso “las gotas conscientes”. La mente procesa las sensaciones, los pensamientos y las emociones como una gota que cae en un estanque. La experiencia se produce cuando la gota alcanza el estanque y crea ondas en el agua. Las ondas internas representan los pensamientos iniciales, mientras que las externas son los pensamientos que se desarrollan a partir de estos. Los pensamientos tienden a seguir generando otros pensamientos a menos que dirijamos la atención hacia otro lugar. La práctica de mindfulness nos brinda los medios para hacer esto en nuestra vida diaria.
¿Qué significa de foma compasiva y libre de juicio?
No comparar lo que sucede o ha sucedido con lo que debería ocurrir o haber ocurrido. Aquí no hay espacio para el pensamiento del tipo “debería”.
No enzarzarte en un diálogo crítico o de desilusión contigo mismo y ser compasivo siempre que pienses involuntariamente en algún error que hayas cometido.
Nuestra mente está repleta de pensamientos, podemos reaccionar ante ellos o simplemente observarlos sin juzgarlos, así no nos enredarán y no atraeremos más pensamientos no deseados.
Reconocer esos pensamientos y emociones sin reaccionar, esto sí es mindfulness en acción.
Jon Kabat-Zinn ha afirmado que la práctica de mindfulness resulta positiva precisamente porque no nos esforzamos para conseguir unos objetivos concretos sino que “nos aceptamos tal como somos” y estamos bien con nosotros mismos.
¿Qué beneficios tiene para mí?
Los beneficios de esta práctica son múltiples y mi objetivo es despertar tu interés por ellos.
En el campo de la salud, su práctica reduce los niveles de ansiedad, de estrés, de dolor, mejora los patrones de sueño, el control de las adicciones, fortalece el sistema inmune, etc.
Desarrolla las habilidades cognitivas: mejora la memoria y la concentración, la capacidad para tomar decisiones, los procesos mentales son más veloces, mayor resistencia mental, etc.
Te cambia la percepción de ti mismo en relación con tu vida y con otras personas. Te lleva a una mayor comprensión de ti mismo y potencia el autoconocimiento, mejora la empatía, el control de las emociones, te comunicas mejor y tu inteligencia emocional es mayor.
Es un camino y arte de la vida y para la vida. Al ser conscientes, despertamos nuestros sentidos y percibimos la vida en todo su sabor e intensidad.
Este post es una breve pincelada sobre esta práctica tan interesante y beneficiosa para la vida. El mindfulness ha llegado para quedarse y se ha convertido en una tendencia en el siglo XXI.
“Se trata de un camino del corazón que propone acoger todas y cada una de las experiencias en un abrazo espacioso y compasivo”
¡¡¡Feliz verano!!! Os espero a la vuelta de las vacaciones.